La naturaleza constituye el valor más importante de la Provincia de Podlasie. Una tercera parte de los vastos bosques de esta región está bajo protección. Son, sobre todo, pinares y bosques de diversos tipos de arboles, predominando los abetos y piceas. Podlasie se distingue también por la diversidad étnica y religiosa de sus habitantes, debida a la cercanía de Lituania, Bielorrusia y Ucrania.
El paisaje de la Polonia nordeste es bastante diverso y abarca zonas lucustres, prados húmedos y vastos bosques. Se encuentran aquí cuatro parques nacionales: de Bialowieza, de Biebrza, de Wigry y de Narew. El Bosque de Bialowieza, el reino del bisonte, ha sido inscrito en la lista del patrimonio mundial de UNESCO como uno de los últimos fragmentos conservados de bosques primitivos de Europa. En los bordes septentrionales de la provincia está el lago Wigry con su orilla irregular, cubierta de árboles. Vale la pena visitar el pintorescamente ubicado monasterio de los Camaldulenses en la península del lago.
La capital, Bialystok, es el centro cultural de la región nordeste. Se encuentran aquí muchas instituciones y organizaciones culturales. También, hay aquí muchos monumentos excepcionales, como el palacio barroco de los Branicki, llamado la Versalles polaca, y la iglesia ortodoxa clasicista. En estos terrenos viven los ortodoxos polacos y bielorrusos; sus centros religiosos más importantes están en Garbarka y Hajnowka. Antes de la II Guerra Mundial en estos terrenos vivían también muchos judíos. Hasta ahora se ha conservado en Tykocin la Sinágoga Grande del siglo XVII. En Podlasie vive también una minoría musulmana, o sea, los decendientes de los tátaros que vinieron a Polonia durante el reinado de Jan III Sobieski. En Bohoniki y Kruszyniany se encuentran mezquitas pequeñas de madera, mientras que en el Museo de Sokolka se puede aprender más sobre los musulmanes polacos.